La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aprobado por consenso una estrategia para combatir el uso excesivo de alcohol mediante un incremento de los impuestos a las bebidas alcohólicas y regulaciones de márketing más duras.
El documento aprobado por la OMS afirma que "cuanto más accesible es la bebida, bien porque baja su precio o la gente tiene más dinero para gastar, mayor es el consumo y el nivel de daños relacionados en los países de bajos y altos ingresos".
Igualmente, afirma que existe una fuerte evidencia de que aplicar un límite bajo de concentración de alcohol en sangre (del 0,02 al 0,05%) es efectivo para reducir los accidentes de tráfico inducidos por el alcohol.
Las recomendaciones aprobadas, elaboradas después de dos años de debate, no son vinculantes, pero sirven como directrices para los países miembros.
"Un impuesto relativamente alto a las bebidas alcohólicas y regulaciones para limitar su disponibilidad están ayudando a reducir las enfermedades relacionadas con el alcohol en Noruega", ha asegurado Bernt Bull, asesor del Ministerio de Salud noruego. Los países nórdicos lideraron la campaña en la OMS.
"El alcohol contribuye a provocar accidentes, problemas de salud mental, conflictos sociales y daños a terceros", ha afirmado.
La agencia de Naciones Unidas estima que los riesgos vinculados al alcohol causan 2,5 millones de muertes al año por enfermedades del corazón y el hígado, accidentes de tránsito, suicidios y diversos tipos de cáncer, el 3,8 por ciento de todas las muertes. De hecho, es el tercer factor de riesgo de muertes prematuras y discapacidades en todo el mundo.
"El consumo dañino de alcohol tiene un grave efecto en la salud pública y es considerado uno de los principales factores de riesgo para una mala salud en todo el mundo", señala el documento de la estrategia de la OMS.
Por otro lado, Melvyn Freeman, del departamento de Salud de Sudáfrica, ha explicado que en su país "el 29% de los estudiantes secundarios ha abusado del alcohol durante el mes anterior, lo que supone un 6% más hace seis años".
Además, ha indicado que el consumo excesivo de alcohol también "ha provocado encuentros sexuales sin protección, incluyendo sexo con múltiples personas. Sudáfrica tiene una alta prevalencia del síndrome de alcohol fetal".
Así, Freeman ha señalado que "las consecuencias negativas del abuso de alcohol en las familias, las sociedades y los sistemas de salud han sido ignoradas durante demasiado tiempo, pese a que el impacto está creciendo".
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