viernes, 29 de enero de 2010

Nueve municipios optan al almacén de residuos nucleares en España



La ubicación de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en España ha generado un intenso debate político y social, desde que el pasado 30 de diciembre el Ministerio de Industria abriera un plazo de un mes, que finalizaba este viernes 29 de enero, para presentar candidaturas.

No obstante, las luchas entre defensores y detractores comenzaron ya en diciembre de 2004, cuando la Comisión de Industria aprobó una resolución en la que se consideraba que el ATC es la respuesta "más adecuada" para el almacenamiento de residuos radiactivos. Se promete una inversión en el ATC de unos 700 millones de euros mientras que la construcción de las instalaciones dará trabajo a unas 300 personas al día durante los cinco años que se calculan para la ejecución de la primera fase del proyecto. La zona en la que se instale el almacén nuclear percibirá unas compensaciones económicas que serán fijadas mediante una Orden del Ministerio de Industria y se financiarán con las tasas que pagan las empresas. Según el borrador de esa Orden Ministerial, el municipio que acoja el ATC y los situados en su entorno (aquellos cuyo término municipal esté a menos de 10 kilómetros de la instalación o cuyo núcleo poblacional esté a menos de 20) recibirán, por parte de ENRESA, 6 millones de euros anuales, cantidad que empezarán a cobrar cuando comience el almacenamiento de combustible. Además, se contempla otra partida de 1,8 millones de euros para cofinanciar proyectos de desarrollo local, con lo que, en total, la asignación al emplazamiento del ATC podrá ascender a 7,8 millones de euros anuales. Se han presentado los siguientes candidatos: Yebra (Guadalajara), Ascó (Tarragona); Villar de Cañas (Cuenca); Zarra (Valencia); Melgar de Arriba (Valladolid); Torrubia de Soria (Soria); Santervás de Campos (Valladolid), Villar del Pozo (Ciudad Real) y Albalá (Cáceres).

jueves, 14 de enero de 2010


El estrés induce señales moleculares que promueven el cáncer

El estrés induce señales que producen que las células se desarrollen en tumores, según un estudio de la Universidad de Yale en Estados Unidos que se publica en la edición digital de la revista 'Nature'. El estudio describe un nuevo mecanismo que permite al cáncer asentarse en el organismo y sugiere nuevas vías para atacar la enfermedad.
Hasta ahora, la mayoría de investigadores creían que se necesitaba más de una mutación causante de cáncer se produjera en una célula para que se formaran tumores. Los científicos muestran en su trabajo que las mutaciones que causan cáncer cooperan para promover el desarrollo tumoral incluso si se encuentran en diferentes células de un tejido.
"Las malas noticias son que es mucho más sencillo para un tejido acumular mutaciones en diferentes células que en la misma célula", explica Tian Xu, responsable del estudio.
Los investigadores trabajaron con moscas de la fruta para estudiar la actividad de dos genes conocidos por su participación en el desarrollo de cánceres humanos: un gen llamado RAS que se ha implicado en el 30 por ciento de los cánceres, y un gen supresor tumoral llamado 'scribble', que contribuye al desarrollo tumoral cuando está mutado.
Según los investigadores, ni RAS ni scribble por si mismos pueden causar cáncer pero mostraron que una combinación de los dos en la misma célula desencadena tumores malignos.
Sin embargo, los científicos descubrieron que estas mutaciones no tenían que coexistir en la misma célula para causar tumores. Una célula con RAS mutante podía desarrollar un tumor maligno si era ayudada por una célula cercana con un scribble defectuoso.
Descubrieron también que las condiciones de estrés como una herida podían desencadenar la formación del cáncer. Por ejemplo, las células RAS se desarrollaban en tumores cuando se inducía una lesión en el tejido. El responsable de ambos fenómenos era un proceso de señalización llamado JNK, que se activa ante condiciones de estrés ambientales.
"Existen muchas condiciones que pueden desencadenar una señal de estrés: el estrés físico, el emocional, las infecciones o la inflamación. Otra mala noticia para el cáncer", añade Xu.
Aunque el estudio muestra que es más fácil de lo que se pensaba que el cáncer se implante en el organismo, también identifica nuevas dianas para prevenir y tratar una de las enfermedades más mortales. Los investigadores descubrieron que la señal de estrés de JNK viaja de una célula a la próxima pero que la propagación puede bloquearse.
"Un mejor conocimiento del mecanismo subyacente que causa el cáncer siempre ofrece nuevas herramientas para combatir la enfermedad", concluye Xu.

Recurren a la electricidad para salvar el coral en Indonesia


El coral crece en las estructuras metálicas.

YAKARTA.- Indonesia cuenta con la mayor diversidad de corales del mundo: 450 especies asentadas en más de 85.000 kilómetros cuadrados de arrecifes. Sin embargo, únicamente el 6% de estos arrecifes está sano y en buen estado de conservación. Estas razones motivaron al arquitecto Wolf Hilbertz y al biólogo Thomas Goreau, a aplicar el 'Biorock', un proyecto de conservación de los arrecifes que actualmente se utiliza en la isla de Gili Trawangan.
Gracias a la aplicación de electricidad a unas estructuras metálicas que se colocan en el fondo del mar, se aumenta el volumen de la roca caliza y se acelera el desarrollo del coral, lo cual hace que se restablezca con mayor rapidez los ecosistemas marinos. El 'Biorock' hace crecer al coral a una velocidad entre seis y diez veces superior a la normal con el método conocido como «adición mineral».


Los corales se "trasplantan" a la estructura de metal, lo que facilita que obtengan el carbonato de calcio que necesitan para crecer a esa velocidad muy superior a la normal.
"Hemos instalado siete estructuras, conectadas a una corriente eléctrica muy baja, de 12 voltios, para frenar el deterioro que está sufriendo el coral en la zona", explica Anna Walker, propietaria de la tienda de buceo submarino 'Big Bubble' y directora del Gili Eco Trust, una asociación local para la conservación del medio ambiente.


Los buceadores han atado a las estructuras trozos de corales rotos pero aún vivos, que van creciendo poco a poco. "Las estructuras sólo llevan ahí cinco meses pero, desde que se colocaron, hemos notado que hay muchos más peces en la zona, sobre todo más pulpos, peces flauta y calamares", según esta experimentada buceadora. "Algunos tipos de coral pueden tener el tamaño de una mesa grande pero, si rompes tan sólo un pequeño trocito, muere el coral entero", argumenta.


Walker afirma que los buceadores, sobre todo los principiantes, son también un riesgo para el coral, ya que a veces lo rompen con sus aletas, pero el mayor peligro es la pesca destructiva, con explosivos o veneno.


El coral también muere por causas naturales como las fuertes corrientes, el aumento de la temperatura del agua, la contaminación marina y la pesca destructiva.
En Gili Trawangan, los operadores de buceo saben que el turismo en la zona depende de la conservación de los recursos marinos, por lo que han negociado con los pescadores locales, a quienes les pagan la gasolina para que puedan ir a pescar más lejos, para frenar de esta forma la pesca destructiva en la zona.


Proyectos similares están siendo llevados a cabo por comunidades locales en otras partes de Indonesia, como en la paradisiaca y turística isla de Bali, o en el Parque Nacional de las islas Seribu, cerca de la costa de Yakarta.

No obstante, Stuart Campbell, coordinador de Proyectos Marinos de la organización Conservación de la Fauna y Flora (Wildlife Conservation Society, WCS), considera que estos proyectos no son la solución al problema, que tiene una dimensión mucho mayor.
"Proyectos como el de Biorock son aplicables en comunidades pequeñas y son muy útiles para educar sobre corales, para fomentar el ecoturismo, e incluso para la exportación de coral, pero no son útiles desde una perspectiva más amplia de conservación de los arrecifes", indicó a Efe.
Este experto pidió declarar más áreas marinas protegidas en Indonesia, para evitar la pesca y erradicar los métodos destructivos que aún continúan de manera ilegal.

Localizan el Origen de la Malaria

Un equipo de investigadores ha identificado lo que ellos creen que es la fuente original de la malaria o paludismo: un parásito presente en chimpancés en el África ecuatorial.


El biólogo Francisco Ayala de la Universidad de California en Irvine, y sus colegas, creen que el mortífero parásito fue transmitido a los humanos desde los chimpancés quizá tan recientemente como hace 5.000 años, y probablemente a través de un único mosquito a juzgar por los resultados de los análisis genéticos. Hasta ahora, no había ninguna idea clara acerca del origen de la malaria.El nuevo hallazgo podría ayudar a desarrollar una vacuna para ella, que cada año pone enfermos a 500 millones de individuos y mata a un millón y medio, aproximadamente. También puede contribuir a que los científicos comprendan mejor de qué modo enfermedades infecciosas como el SIDA, el SARS y la gripe aviar pueden ser transmitidas a los humanos desde animales.

Cuando la malaria saltó de los chimpancés a los humanos, se volvió muy dañina con notable rapidez. La malaria en los humanos se ha vuelto resistente a muchos fármacos. Los investigadores esperan que los hallazgos que han hecho ayuden al desarrollo de vacunas eficaces.

La malaria humana maligna es causada por un parásito llamado Plasmodium falciparum, que es responsable del 85 por ciento de todas las infecciones y de casi todas las muertes por malaria. Se sabía que los chimpancés son portadores potenciales de un parásito estrechamente relacionado, el Plasmodium reichenowi, pero la mayoría de los científicos asumía que ambos parásitos llevaban existiendo por separado en humanos y chimpancés los últimos 5 millones de años.Los autores del nuevo estudio examinaron varias cepas nuevas del parásito halladas en muestras de sangre tomadas de chimpancés en libertad o nacidos en libertad, en santuarios de Camerún y Costa de Marfil.

Un análisis genético relacionó una de las cepas presentes en chimpancés con todas las cepas del parásito de la malaria humana conocidas en el mundo. Esta conexión sugiere que un mosquito pudo ser el vehículo que transfirió la malaria a los humanos. Debido a que hay poca variación genética entre las cepas del parásito humano, los científicos creen que la transmisión se produjo en un pasado bastante reciente en términos biológicos; hace entre dos millones de años y tan sólo cinco mil, aunque por ahora no se ha podido establecer a ciencia cierta una fecha más precisa.Los nuevos resultados respaldan una hipótesis anterior del Dr. Ajit Varki de la Universidad de California en San Diego y sus colegas.

Según esa hipótesis, ciertas mutaciones genéticas crearon al principio en el Ser Humano una resistencia significativa a la enfermedad provocada por el parásito del chimpancé, pero luego le volvieron muy susceptible a la enfermedad causada por la versión humana del parásito.Lo descubierto en el nuevo estudio también corrobora un hallazgo anterior hecho por Ayala y Stephen Rich (ahora en la Universidad de Massachusetts en Amherst), el de que la malaria comenzó a diseminarse a través de los trópicos y luego por el resto del mundo, hace unos 5.000 años, cuando empezó la agricultura en África.Además de Ayala y Rich, en el nuevo estudio han trabajado Nathan Wolfe de la Universidad de Stanford, así como expertos del Instituto Robert Koch y del Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva en Alemania, junto con investigadores de otras entidades en Estados Unidos, Camerún y Costa de Marfil.

http://www.youtube.com/watch?v=PS91f7qN46g&feature=PlayList&p=9BD2C752C4F372C1&index=2