Un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Alemania han logrado identificar el ADN mitocondrial de una especie de homínido que no se conocía hasta ahora en la cueva Denisova, un yacimiento situado al sur de Siberia.
La especie habitó en este lugar hace unos 40.000 años, según las dataciones, pero su origen es muy anterior: se habría originado hace un millón de años, cuando habría emigrado de África, según revela la secuenciación de su genoma mitocondrial que publican en la revista 'Nature'.
La clave del hallazgo se escondía en la falange de un dedo fosilizada, del que lograron rescatarse 30 miligramos de ADN para su análisis. Perteneció a un niño de unos seis años, bautizado como 'Mujer X',aunque no se sabe su sexo.
Tras compararlo con ADN de otros homínidos y primates, entre ellos humanos modernos, se descubrió que las mutaciones indicaban que la especie es medio millón de años anterior a los neandertales, por lo que sería una rama que abandonó hace un millón de años el continente negro.
También resulta sorprendente el hallazgo de artefactos y herramientas mucho más modernos de piedra y de hueso, incluido un brazalete y otros adornos, encontrados en el mismo lugar. Al parecer, no se trata de la tecnología que se asocia con los neandertales, lo que, según Krauze, es "muy misterioso". Sin embargo, en su artículo no hacen referencia a estos objetos.
Los científicos, dirigidos por Johannes Krause, apuntan que estos homínidos pudieron convivir con 'sapiens' y con neandertales, que habitaban a menos de 100 kilómetros de distancia. En el planeta, en ese momento,también había unos pequeños humanos, los 'Homo floresiensis', viviendo en Indonesia. Todo ello da idea de la complejidad del árbol evolutivo humano.
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